Hoy se cumplen cuatro meses de la partida de Betty, aparte de todo lo que dije de ella en la entrada anterior me falto decir que era una excelente escritora y hoy pondre aqui uno de esos escritos que escribio hace un par de años con motivo de su cumpleaños:
Existe una niña en mí que no puede dejar atrás la inocencia y la alegría.
Una niña que quiere seguir aprendiendo y creyendo.
Una niña a la que le toco madurar de golpe, dejo de ser princesa para convertirse en guerrera y en la guerra de la vida, aprendió a amarla y aferrarse a ella.
Esa niña mitad princesa, mitad guerrera no se rinde ante nada, va siempre para adelante lleva por arma su sonrisa y mil sueños a cuesta.
No teme mostrarse tal como es, un poco absurda otro poco sensata, sabe que la vida consiste en caerse, levantarse, ponerte una cura y seguir adelante.
Con los años comprendió que la vida está hecha para ser feliz, pero los demás tan solo se preocupan por subsistir.
Que lo que vale siempre cuesta, por eso corre tras sus sueños, no permite que la detengan.
Esa niña, ya no es una niña, se siente más sabia y madura pero conserva su esencia.
Ella ama, sonríe, sueña…. Lucha por lo que quiere, no se esconde del mundo, se muestra tal como es…
Mitad Princesa, Mitad Guerrera…
Sin duda me siento muy identificada con lo que escribió, tal vez por el hecho de que nos toco vivir situaciones similares por padecer la Sindrome de Morquio.
Ya les contare en la próxima entrada un par de cosas que me han sucedido, prefiero no hacerlo ahora porque como lo he dicho siempre me gusta decir las cosas cuando son un hecho.
Ya les contare en la próxima entrada un par de cosas que me han sucedido, prefiero no hacerlo ahora porque como lo he dicho siempre me gusta decir las cosas cuando son un hecho.
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