viernes, 22 de junio de 2018

Crecimiento personal

Las cosas no salieron como lo había planeado, tuve que regresar a casa antes de tiempo. Tomar la decisión de irme sola fue difícil pero al mismo tiempo fue una decisión trascendental. Claro que tenia miedo pero no fue tan difícil como parecía, me acostumbre mas rápido de lo que esperaba, viví en un lugar agradable, la señora de la casa siempre fue muy atenta con todas y a mi, me ayudo mas de lo que esperaba; aprendí mucho en las practicas y siempre me trataron bien. 
Estar lejos de mi mamá fue lo mas difícil, nunca nos habíamos separado por tanto tiempo; me tuve que conformar con hablarnos por teléfono y vernos cada 15 o 20 días solo por unas horas.
Tuve la oportunidad de conocer un poco mas la ciudad, ya que lo único que conocía era el hospital y, en algunas de esas salidas me di cuenta que mi fatiga era distinta, llegaba cansada a casa pero después de descasar un poco me podía levantar y caminar con normalidad, cosa que no me pasa en Cuetzalan donde tiene que pasar de 24 a 48 horas para recuperarme; tuve un poco de dolor en el tobillo pero todo bajo control. 
Cuando supe que tenia que regresar a casa, me sentí tan mal, la noticia me cayo como bomba, llore todo lo que fue necesario y en ese momento lo sentí como el fracaso mas grande de mi vida. Cuando estuve mas tranquila y pude pensar las cosas, me di cuenta de que no era un fracaso, las cosas no salieron como yo esperaba pero no fue por mi culpa, fue por una situación que se salia de mis manos, que no dependía de mi.
Fue una de las experiencias mas bonitas de mi vida, que me hizo crecer y madurar, me demostré de todo lo que soy capaz.